I
Aún eres mía, aunque
te marchaste
Aún eres mía, huelo
tú aroma
Aún eres mía, como
los campos a las flores
Tengo tanta necesidad
de ti
Que el espejo me
devuelve tú rostro
Cuando la maldita
noche llega por fin
Tú te llevaste, tu
olor a especias
Pero se te olvido, tú corazón
Porque, aún
despierto, siento tú presencia
Aún eres mía, aunque
te marchaste
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