viernes, 30 de octubre de 2015

MÁS ALLÁ DEL AMOR

No podemos
Alargar la primavera al otoño
Conseguir, las promesas que nos hicimos.

Estemos donde estemos
Porque nos amamos como antaño
Aunque no sé, mi vida, si a vernos volveremos.

Como nos amamos
Nadie lo puede evitar, ni con daño
Nos queremos por encima de donde nos hallemos.

Nos besamos
Cada amanecer, pero sin engaños
Cuando nuestras almas sé sienten y nos tocamos.

Porque nos llamamos
Con gritos de silencios de madroño
Y aunque no podamos mirarnos, igual nos soñamos.





miércoles, 28 de octubre de 2015

TE AÑORO

De vez en cuando
Te añoro,
Y me paso el día llorando
Con la botella y tú canción sonando.

De vez en cuando
Te amo,
Y otras veces te odio
Como el que odia su pasado.

De vez en cuando
Te llamo
Pero tú, ya no me estás escuchando
Y nunca oirás, este grito desgarrado.

Ya, el silencio se adueñó
De nuestras vidas.



martes, 27 de octubre de 2015

HAZME

Hazme soñar
Un día más,
Siento tus ganas
De volverme a besar.

Hazme vivir
Llevándome de aquí,
Volaremos por ahí
Hasta llegar al fin.

Hazme beber
El elixir de ayer,
Cuando reías por tener
Mis besos en tus pies.

Házmelo pronto
Antes del orto,
La parca enfronto
Y mi vida aborto.



domingo, 25 de octubre de 2015

LO QUE HACE EL ALCOHOL

Te cambio, mil besos
Por una mirada,
Uno de tus pensamientos
Por una sonrisa.

Te cambio, un solo recuerdo
Por una caricia,
Una gran noche de luna plena
Por el origen de la vida.

Te cambio, mis soledades
Por una aparición,
El sobrevivir a mis edades
Por nuestra canción.

¡¡¡Ay amor, que solo me dejaste¡¡¡




miércoles, 21 de octubre de 2015

NADA

No hay nada
Dentro de esta cabeza
Solo, quedan pájaros muertos.

No hay nada
Dentro de este corazón
Solo, recuerdos malditos en disolución.

No hay nada
Dentro de mis manos
Solo, amores siempre pasados.

No hay nada
Dentro de esta casa
Solo, un vacío inmenso de tú presencia.




lunes, 19 de octubre de 2015

CUANTO TARDAS,,,,,

No toreo a la vida
Solo busco la muerte
No más bienvenida
Porque no puedo verte.

Los días, pasan lentos con pasos agigantados
Las noches, como lágrimas de desesperados

No toreo a la vida
Envisto de frente,
Dejando tú herida
Siempre sangrante.

No me quedan, deseos alguno de enamorados
Solo, que la parca me lleve ya con mis amados

No toreo, ya más a la vida
Las banderillas de la suerte
Se perdieron con la bebida
Para paliar tú triste muerte.

                                                     AMA 


viernes, 16 de octubre de 2015

LA CASITA

La ignorancia nos hace peligrosos a los humanos, porque nada nos da más miedo que el no saber una cosa, eso mezclado con las habladurías y las supercherías, hace un coctel explosivo que puede arruinar una vida, bueno de echo a arruinado más de una.
Estamos hablando de un pueblo de la profunda Andalucía de finales de los sesenta, una sociedad ignorante, oscura, atemorizada aún, donde nadie hablaba con libertad, ni en voz alta para que no se enteraran los vecinos.
Donde se juntaba mi calle con la otra calle más grande (así la veíamos de pequeños) había una casita pequeñita y eso que nuestras casas ya eran pequeñas, solo tenía una entrada muy pequeña, una habitación que hacía de cocina, comedor y salón y un dormitorio.
La puerta y las ventanas (cada una daba a una calle) siempre estaban cerradas, para todos era la casa misteriosa a la que nuestras madres nos prohibían acercarnos.
Vivian una mujer mayor, muy mayor, a la que no veíamos nunca, bueno, yo la vi una vez cruzar la calle, iba toda encorvada con una garrota y su pañuelo negro en la cabeza, jamás la volví a ver, yo no me explicaba de pequeño como no salían para comprar, porque comer tenían que comer, pero claro ahora de mayor comprendo que saldrían pero como nosotros estábamos mañana y tarde en la escuela pues no nos enterábamos.
Yo le pregunté a mi madre que cuando salían y me dijo que “la vieja si sale a comprar, pero como os vea arrimaros a esa casa os doy una paliza”.
Con la abuela también como he dicho vivía una chica muy joven, que decían que era muy guapa, pero nadie la había visto y ahora me pregunto que alguien debió de verla cuando todos decían que era muy guapa.
Siempre estaba acostada, estaba enferma, según decían de algo malo por eso no nos dejaban acercarnos a la casa, y es que en aquellos tiempos cuando una persona tenía algo malo era lepra ó tuberculosis y no sé el porqué (seguro que alguna vecina la vio) le asignaron que tenia tuberculosis y con la tuberculosa se quedó, aunque su nombre era Lucia.
Para nosotros los críos era la casa del misterio y del temor, por lo que nuestras madres nos decían, cada tres ó cuatro semanas venia un medico con un coche que debía ser de antes de la guerra de lo viejo que era y nosotros solo conocíamos ese coche porque por el barrio no venían coches.
A mí me tenia intrigado esa casa y para ver si veía algo me sentaba en frente de la casa que había una piedra cuadrada grande y me pasaba horas mirándola, hasta que una tarde veo entrar a un hombre de una calle cercana, para mí era un hombre porque yo era un crio pero tendría veintitantos años  y muy guapo. Era el único hombre que estudiaba en el barrio, porque iba a la escuela de Ingenieros, entonces para nosotros era como si fuera un sabio ó alguien importante, era el único hijo de una familia que tenía una tienda de comestibles.
Ese hombre se llamaba Juan y comenzó a venir todas las tardes, Lucia y Juan se enamoraron  perdidamente, los vecinos empezaron a decir que ella tenía mejor aspecto pero que cómo se atrevía él a entrar a la casa sabiendo que tenia tuberculosis, con lo que eso se contagiaba, pero eso lo decían entre ellos porque Juan nunca hablaba con ningún vecino.
Una tarde que iba a sentarme en la piedra vi, extrañamente, que la puerta de la calle estaba abierta y entonces la vi sentada en una silla, la abuela la estaba peinando una larga melena negra, llevaba un vestido blanco que le hacía parecer más blanca aún de lo que estaba y se giró y me miró, era una mujer bellísima, la mujer más guapa que yo había visto, para mí era como las que salían en las revistas, ella me sonrió con mucha dulzura, pero la abuela se percató y enseguida cerró la puerta.
Yo estuve toda la tarde con su imagen en mi mente, con esos ojazos negros, esa melena, esa belleza, era la cara de una mujer andaluza guapa de verdad.
Los padres de Juan se enteraron por alguna vecina de que él entraba a esa casa y tuvieron una discusión muy fuerte, su madre le decía “cómo te atreves a ponernos a todos nosotros en peligro sabiendo que tiene tuberculosis” “madre que no tiene tuberculosis” “es otra enfermedad que no es contagiosa”.
Los padres decidieron cortar por lo sano y lo enviaron a estudiar a Granada, una tarde vi salir a Juan con lágrimas en los ojos y en vez de tirar para su casa se fue hacia el campo, supongo que para estar solo con su pena.
Desde entonces jamás se volvió a ver la puerta abierta ni a ninguna vecina entrar a esa casa, y así pasaron un par de meses hasta que un crio de la calle enfermó y los médicos no sabían lo que tenia y el crio duró unas semanas y falleció.
Alguien comenzó a decir que era porque había pasado cerca de la casa de Lucia y todas las vecinas se juntaron y fueron a la puerta de esa casa , comenzaron a gritar “brujas” “no os queremos aquí” “ vosotras sois las culpables del pobre crio” “ marcharos” no sé quién aviso a la guardia civil pero se presentaron allí y las dispersaron .
Dos noches más tarde vimos llegar una ambulancia, era la primera vez que veíamos una, se llevaron a Lucia y a la vieja, yo pude ver un instante a Lucia y ya no parecía ella, estaba esquelética y con cara de cadáver, pues aún hubo gente que las insulto.
Ya nadie volvió a vivir allí jamás, la casa quedo abandonada y nadie supo nada nunca de esas personas.
Pasaron dos años, yo ya era más mayorcito y el día de todos los santos como siempre fui a acompañar a mi  madre al cementerio, a llevar unas flores y dejarlas en un rincón en memoria de mi hermana que falleció con meses hacía muchos años y no se sabía donde la enterraron.
Al entrar al cementerio mi madre se puso a hablar con unas conocidas y yo me quedé de piedra al ver pasar cerca de nosotros a Juan, sin pensarlo dos veces me fui detrás de él hasta que se giró y se paró “ tú eres Pedrito, bueno ya Pedro” “si y tú Juan” y empezamos a andar, yo quería saber donde iba “como vas en la escuela” “bien” le dije “ para quien son esas flores” “ ya lo sabes bandido” “ ¿para Lucia?” si, por desgracia si son para ella, “entonces está muerta” si, Lucia falleció la misma noche en que se la llevaron de casa” “ y tú no estás enfermo?” “¿yo, porqué tenía que estar enfermo?” decían que tenía una enfermedad que se contagiaba” “no Pedrito, no, Lucia tenia leucemia, por eso falleció” “ y eso que es?” “la sangre mal, pero no es contagioso”” ¿entonces porqué la trataron así?” “Pedro, por ignorancia, la gente siente miedo de lo que no conoce y con una persona puedes razonar pero con muchas juntas es imposible y además este pueblo tiene aún el miedo metido en los huesos”
“era muy guapa”” si mucho y muy dulce, ella era de Granada, preguntando conseguí dar con su familia, una tía suya ya mayor y me contó su historia” “cuéntamela por favor, anda” “eres muy curioso para lo pequeño que eres”” pero te la voy a decir”.
La madre de Lucia vivía en el Albaicín, porque ellos son gitanos, la madre era tan guapa como Lucia y muy joven entro de criada de un juez de Granada.
La madre se enamoró del juez y al poco se quedó embarazada, eso para una gitana era lo peor que le podía pasar, estuvo ocultando el embarazo hasta que ya no podía disimularlo más y se lo dijo a su madre, no sabían qué hacer, entonces se le ocurrió que se iría ella a Barcelona donde nadie la conocía y cuando pasaran unos meses ella vendría a por lo que naciera, no podían hacer otra cosa.
Se marcharon a Baza las dos y allí nació Lucia, su madre enseguida se fue a Barcelona y la abuela comenzó una larga espera a ver si su hija venia a por su nieta, pero la espera se fue haciendo larga y Lucia se fue haciendo mayor siempre estaba enferma.
La abuela ya había perdido la esperanza de que su hija volviera y un día vio a unos gitanos de su clan y comprendió que no estaban seguras allí, entonces decidieron venirse aquí que fue donde los médicos le dijeron que tenía leucemia.
“la madre de Lucia nunca vino” pregunté “ no Pedro, nunca vino, lo último que sé es que vive en Madrid y voy a intentar encontrarla para decirle cuanto sufrió Lucia” “ y como la vas a encontrar Madrid es muy grande” Juan se metió la mano en el bolsillo y saco algo “con este camafeo la encontraré” me quedé mirando “huy, mi madre tiene uno igual” “cómo” “ que una vez vi a mi madre acariciando a una cosa de esa”” Dios mío” se limitó a decir él y salió del cementerio con la cabeza acachada, para que nadie viera que estaba llorando.
Nunca le conté nada de esta historia a mi madre, solo muchos años después estando en el lecho de muerte le entregué el camafeo, ella me miró con complacencia y lo agarró fuertemente y falleció.







jueves, 15 de octubre de 2015

PUÑALES

Cada puñal en mi corazón
Es una mentira de tú boca
Que yo me creía con ilusión,
Hasta que supe, eras una roca.

Miro todas las noches al cielo
Miro siempre mis manos frías
Miro recuerdos, como te reías.

Busco explicar, toda esta sinrazón
Aún recuerdo tú amor, me desboca
Cuando sé que ya no habrá socavó.

Porque yo, solo haciéndome el soca
Te creíste, que era verdad tú mundo
De engaño, que el amor ya no evoca.

                                                                AMA




miércoles, 14 de octubre de 2015

MÚSICA CELESTIAL

Violines de esperanza
Suenan en lontananza,
La soledad hace las maletas
Ojalá Dios, ya no vuelvas.

Llegas a mi vida con tardanza
De sesenta años de añoranza,
Alcancé la mayor de mis metas
Besé tus pupilas, dicen los poetas.

Vuelve, a hacerme ver las estrellas
De día, con el roce de tus manos
Sobre mis tristes y pobres huellas.

Y no tengas en cuenta mis años
Con tú lindo amor, todo lo sellas
Sin necesidad de calientes paños.

lunes, 12 de octubre de 2015

EL FRUTO DE LA INOCENCIA

Cuando se es joven, se ve el mundo ¡¡tan diferente¡¡ y tan inocente, que nunca pensarías en realidad cómo es la sociedad. Tienes instintos sin maldad, no comprendes los prejuicios de los mayores, hay tantas cosas que no comprendes; que el amor tenga edad, y que las personas vivan pendientes del qué dirán ó que una mujer de cuarenta años ya fuera mayor.
Todo esto sucedía en el 1975 pero por desgracia algunas de ellas aún están pasando en pleno siglo XXI, pero solo algunas.
Pedro tenia veinte y dos años recién cumplidos, era un chico muy formal y educado, bastante introvertido, solo tenía un amigo, Juan que trabajaba con él en la misma fábrica donde hacían lámparas de cobre, los sábados se iban a jugar al tenis y eso era todo el divertimento que Pedro tenia, nunca salía a cines ó teatros, las discotecas no le gustaban, él se limitaba de su casa al trabajo y viceversa, vamos que no era un chico normal, si es que entendemos por normalidad otra cosa.
Consuelo era una mujer de pelo castaño y con algunas canas ya, algo rellenita de carnes para los cánones  de la belleza femenina de ahora, siempre iba vestida de colores oscuros, porque pensaba que así le guardaba más el respeto a su marido.
Su marido hacia catorce años que falleció en una situación muy traumática para ella, porque murió dentro y encima de ella, ese trauma  la convirtió en una mujer callada y seria aunque ella siempre fue extrovertida. Se quedó viuda con dos hijas de, 19 y 16 años y se tuvo que poner a trabajar para sacar adelante el hogar.
Cuando Pedro entró en la fábrica ella ya llevaba tiempo trabajando allí empaquetando.
Desde el primer día Pedro se fijó en ella, le pareció una mujer hermosa, misteriosa y se sentía atraído por ella, siempre intentaba sentarse a su lado en los descansos del bocadillo pero ella siempre lo evitaba, porque como mujer y mayor que él ya se había dado cuenta la forma en que la miraba y ella no quería que la gente se dieran cuenta, entonces Pedro se percato de que así no podría llegar nunca a ella.
Pedro se pasaba el día y la noche pensando en ella y escribiéndole pequeñas poesías donde expresaba todo lo que ella le hacía sentir y un día se armó de valor y decidió entregarle a escondidas una de esas poesías, se la acercó a su mano pero ella la cogió y la tiró directamente a la basura sin leerla. Él se quedó triste pero a la vez también pensó que no le había reñido ni dicho nada, quizás por eso al otro día Pedro le arrimó otra poesía a la mano de ella y esta vez no la tiró sino que se la introdujo en su bolsillo, eso le dio a él una enorme alegría y esa noche tardó en dormirse.
Al otro día él le acercó otra poesía y ella se la puso en el bolsillo, Pedro notó que ella lo miraba de otra forma y sobretodo que ella ya no esquivaba su mirada.
Hasta que un día ella que siempre salía de las primeras se hizo la rezongona y dio tiempo para que los demás compañeros se fueran y cuando Pedro llegó a la altura de donde ella estaba , se puso enfrente de él y le dijo “tú sabes qué edad tengo” “ no” le dijo él bajando la cabeza “tengo cuarenta y cinco años y dos hijas de tu edad” él levanto la cabeza y la miró a los ojos y contestó “ y qué” ella también lo miró a los ojos y vio cuanto amor salía de ellos “podría ser tu madre” “ pero no lo eres” le dijo él rozándole la mano” tú estás loco”, ella se dio la vuelta y camino hacia su casa dejándolo allí plantado.
Esa noche ella no durmió nada porque solo hizo que darle vueltas a su cabeza, pensaba en que era una mujer mayor pero a la vez se sentía reconfortada de ver que aún podía gustar a alguien, pero lo que no se la iba de la cabeza era la mirada de Pedro y una sonrisa  de complicidad salía de su rostro acelerándosele el corazón, entonces se dio cuenta que se estaba enamorando y eso le gustaba.
Pedro perdió la esperanza por lo que ella le dijo y tristemente se fue a dormir ó al menos intentarlo, por supuesto sin conseguirlo.
Al día siguiente Pedro no le dio ninguna poesía y Consuelo se dio cuenta que él estaba muy triste y solo la miraba de reojo, entonces ella se acercó a él y le entregó un papelito, él la miró y ella le hizo un guiño con el ojo a la vez que le sonreía, Pedro abrió enseguida el papel y ponía “que poco dura el amor eterno” la cara de Pedro cambió completamente, la miró a ella con una sonrisa y los ojos brillosos, ella le correspondió con otra sonrisa.
Al salir del trabajo ella se fue quedando atrás y Pedro llegó a su altura, se miraron a los ojos y Pedro echándole valor acercó su boca a los labios de Consuelo y se dieron el beso más dulce y deseado, saboreando cada segundo que sus labios estuvieron unidos, era de noche, en invierno a las siete de la tarde ya es de noche.
Ella le dijo “tú sabes algo de antenas” “claro” contesto él “es que la televisión no se ve como se veía antes, no sabemos qué le pasa” “podrías venir mañana por la tarde” “si, sin problema de cuatro  a cinco estaré allí” y se despidieron agarrándose las manos.
Al día siguiente Pedro estaba a las cuatro y media llamando al timbre de Consuelo, él llevaba una pequeña caja de herramientas y unos nervios tremendos porque creía que estarían sus hijas, pero quien le contesto al telefonillo y quien le abrió la puerta del piso fue Consuelo, para sorpresa de él, ella le dijo “ no vas a entrar o te quedas en la puerta” Pedro penetro en el piso y vio por primera vez donde vivía su amada, un piso interior con poca luz, como había tantos por esa zona , entraron en una salita donde estaba la televisión que por supuesto se veía perfectamente, él miró la televisión y la miró a ella “algo tenía que inventarme” dijo ella.
Los dos de pie frente a frente mirándose los ojos, acercaron sus bocas y la pasión se derramó  a raudales, sin dejar de besarse y él sin dejar de acariciarle sus senos que tantas veces había soñado con tocarlos, se fueron al dormitorio, ella se dio cuenta que era la primera vez para él que hacía el amor y eso la excitó aún más.
Se propuso en su interior enseñarle todo sobre el sexo, sobretodo cómo tratar a una mujer en la cama y fue una buena profesora.
Para Consuelo fue volver a sentirse viva, a sentir su corazón volver a latir, comenzó a vestirse más clara y a arreglarse mejor.
A sus hijas el cambio les pareció bien porque eran ellas las que siempre estaban diciéndole que vistiera mejor, por supuesto Pedro comenzó a ir a casa de Consuelo todas las tardes de los sábados, él siempre le llevaba algo de regalo y ella lo miraba con la dulzura de enamorada.
Un día Consuelo le dijo que quería que conociera a sus hijas, que lo presentaría como compañero de trabajo y efectivamente así sucedió.
Llegó el sábado y Pedro se puso sus mejores ropas y todo nervioso entró en el piso de Consuelo y enseguida se rompió el hielo y como es normal habiendo tres mujeres, comenzaron a hacerle preguntas y Pedro les contó su vida.
Les dijo que no era de Valencia, que vivía con sus padres adoptivos cerca de allí pero que ellos procedían de un pueblo cercano a Valencia capital, la mayor le pregunto si tenía novia y Pedro se sonrojo y le dijo que no, mientras Consuelo esbozaba una sonrisa.
La pequeña le dijo que como se llamaba su pueblo “Buñol” le contesto él, pero ya hace cinco años que estamos aquí “mira, mi madre también es de Buñol” le dijo la pequeña. A Consuelo comenzó a cambiarle el rostro y quedarse pensativa “jugamos al parchís” dijo la pequeña, vale contestaron todos y del tema ya no se volvió a hablar en toda la tarde.
El domingo Consuelo lo pasó pensativa y dándole vueltas a la cabeza a una idea tan descabellada que  se ponía roja solo de pensarla, por eso el lunes sin decirle nada a nadie y sin ir al trabajo se fue a la Casa Cuna a hablar con el padre Pedro, el sacerdote que tenía a su cargo esa institución, cuando el padre Pedro la vio entrar a su oficina la miró de arriba abajo y le dijo “ que bien te conservas” “ déjate de piropos, después de tantos años” hizo una pausa para mirarlo bien y ver lo anciano que estaba “ a quien le distes nuestro hijo” “eso no te lo puedo decir, está prohibido revelar a quien se entregan los críos” le dijo él.
Mira, le dijo ella “tu, me robaste a mi hijo diciéndome que sería un escándalo si se supiera, yo no te he molestado nunca y nunca más te molestaré pero ó me dices a quien le entregaste mi hijo ó ahora sí que se va a enterar todo el mundo, quién eres de verdad”.
El cura se levantó y fue hacia un archivo donde estaban todos los críos registrados  y le dijo “ se lo entregamos a María y Laureano de Buñol, que hacía tiempo les prometimos que le entregaríamos un bebé” Consuelo comenzó a sudar a temblar, tenía que hacerle la siguiente pregunta pero no le salía nada de su boca, hasta que haciendo un esfuerzo le preguntó “ qué nombre le pusisteis”  “ la hermana Julia se empeño en que llevara mi nombre y le pusimos Pedro” con las piernas que le temblaban y casi sin poder caminar Consuelo se dio la media vuelta y salió de la oficina del cura sin decirle nada y cuando salió de la Casa Cuna comenzó a llorar desesperadamente y haciéndose preguntas ella misma “ me he acostado con mi propio hijo” “ soy una puta” “ soy una puta” todo el camino hasta su casa lo hizo caminando sin darse cuenta de por dónde iba, solo tenía un pensamiento, que era una puta, cuando llegó a su casa estaba flotando con la cabeza fuera de este mundo, se fue directa al cuarto de baño , abrió el grifo de la bañera y mientras se fue a la salita y agarrando un papel escribió “perdonarme todos” volvió al cuarto de baño, agarró una cuchilla de afeitar, se introdujo vestida en la bañera y sus últimas palabras fueron “ perdóname Señor, tengo que pagar mis pecados”.


Esta historia es verídica, solo se han cambiado el nombre de las personas y el nombre del pueblo, la realidad siempre es más dura que la ficción.



                                                                   


sábado, 10 de octubre de 2015

QUIERO APARCAR

No más desilusiones
No más ensoñaciones
No más aspiraciones
Ya, no quiero correr más, hacia la nada
Ya, me cansé de esta vida, solo soñada
Solo quiero descansar
Solo quiero abandonar
Solo quiero que aparcar
Estoy quemado del gélido y traicionero frío
Estoy más que harto de este mundo sombrío
Me marcho sin rencor
Me marcho sin temor
Me marcho sin amor
La aurora no me despertara al amanecer
La noche, aún me despedirá, con placer
No más desilusiones
No más ensoñaciones
No más aspiraciones.

                                                               AMA




viernes, 9 de octubre de 2015

INGRATO

Tú, que me dijiste, que me amabas
en aquella, nuestra esquina de amor,
con la oscuridad de noche, me abrazabas
prometiéndome un mundo mucho mejor.

Yo, que te entregué, con tanto amor mi flor
de pétalos rojos, mientras tú me acariciabas,
desde aquella noche, tus promesas tenían pudor
a mentira, a sentimiento que te me marchabas.

Con palabras dulces, saciaste tú pobre hambre
y no sabias, que hubieras desecho mi armazón,
porque yo te amaba, desde que vi tú nombre.

Algunos hombres, ya nacen sin tener corazón
sin saber, lo difícil que es, ser un buen hombre,
solo por unos centímetros de piel, llevan razón.



jueves, 8 de octubre de 2015

DEJADME SOÑAR

Quiero, morir cada noche
En tus brazos,
Viajar, sin que se note
A tus sueños.

Ofrecerte, una rosa roja al amanecer
Cada día,
Deshacerte tú lindo pelo al anochecer
Alma mía.

Besarte, con un beso que recuerdes
Toda tú existencia,
Dejar, marcado a besos lo que desees
Libre de pertenencia.

Voy, a bajarte cada noche
La luna,
Porque es tuya.

miércoles, 7 de octubre de 2015

DESECHO

Y la penumbra se iluminó
Con centellas de esperanza
Que el transido caminante caminó
Soterrado por un gran manto de belleza.

Un árbol se cayó y le susurró
¿Otra vez quieres sufrir de añoranza?
Miró al árbol pensativamente y se le acercó
El amor, lo creo nuestro Señor como una alabanza.

Caminando tropezó con una tortuga
¿Dónde vas tan rápido, si nadie te espera?
Si, las luces de la felicidad están junto a la oruga.

Caminaba y a la oruga nunca llegaba
Algunas personas, pasan toda su vida en fuga
Sin percatarse, que su destino, siempre estuvo en casa.




lunes, 5 de octubre de 2015

ESPÉRAME

Este asfixiante dolor
Que no aprieta suficiente,
Para acabar este color
Negro, que anuncia muerte.

Cuando solo eras candor
Y la vida no era bastante,
No pensé en ser perdedor
El amor se fue como fuente.

No quiero marcha atrás
Ya viví, lo que me tocó,
Ó me dieron, con dignidad.

El amor ya conmigo vivió
Pleno de dicha y felicidad,
En mis pobres brazos murió.




viernes, 2 de octubre de 2015

QUERER

Quiero ser;
Piel de tú piel
Sueño húmedo
De tú despertar.

Quiero ver;
La dulce miel
Entre tú cuerpo
Al amanecer.

Quiero oler;
Esa fragancia
Que despertaba
Mis instintos.

Quiero tener;
La guerra perdida
Cuando estabas
Hechizando a otros.

Quiero querer;
A quién me quiera
Y no equivocarme
Como toda mi vida.