viernes, 6 de diciembre de 2013


XIX


El invierno llegó, a nuestras vidas

Lo descubrimos una tarde fría

Sentado, llorando en una silla

Llegó el invierno por sorpresa

Elegiste a los tuyos, mientras me abandonabas

Quisiste después aderezarlo con cariños

Pero el maldito y cruel invierno había llegado

Ya no  cabían tus porqués ni mis respuestas

Solo el frio y la soledad maldita

Se instalaron en nuestras caricias

Con una gran nevada, apareció el invierno,

El maldito invierno que nos separó y 

Donde yo me quedé y aun miro cada mañana

Por si una silueta amiga se vislumbra

A través de la muchedumbre, y eso que sabía

Cuando te marchaste que ya no volverías

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