lunes, 1 de junio de 2015

VENDO DESGRACIAS

Voy dejando trozos
de mi alma,
a lo largo de mis años
a cual más amarga.
Después de cada derrota
la junto trocito a trocito,
y aunque consigo unirla
se nota cada herida de sufrimiento.
Me estoy quedando sin corazón
de tanto entregarlo a doquier,
y siempre me lo devuelven marcado
con llagas de dolor y de malquerer.
No aprenderé nunca a defenderme
de miradas de víbora encantada,
de hechizos de manos firmes
pero sobre todo de no saber decir, no, a nada.
Porque una lágrima, me conquista
una sonrisa siempre me enerva,
la cara de pena, el alma me confisca
palabras amables me dejan sin defensa.

                                                               AMA


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