Fui
marcado a fuego
Como
becerro de rancho,
Una
marca de por vida
Indeleble,
justo en la frente.
Ahora,
que ya encauzo el camino
Del
no retorno, más claro lo veo,
¡¡Cuán
perdída a estado mi existencia¡¡
Creyendo
que la marca no se veía.
Aunque
no renegaba de ella
Tampoco
hacia alarde de llevarla,
Solo,
he querido ser un humano
Como
los demás, sin tener pudor.
La
sociedad no me perdona esa valentía
De
querer vivir, el amor prohibido,
Con
naturalidad, por ser distinto
Me
marcaron, para sufrir toda la vida.
AMA