domingo, 5 de febrero de 2017

LA MARCA

Fui marcado a fuego
Como becerro de rancho,
Una marca de por vida
Indeleble, justo en la frente.

Ahora, que ya encauzo el camino
Del no retorno, más claro lo veo,
¡¡Cuán perdída a estado mi existencia¡¡
Creyendo que la marca no se veía.

Aunque no renegaba de ella
Tampoco hacia alarde de llevarla,
Solo, he querido ser un humano
Como los demás, sin tener pudor.

La sociedad no me perdona esa valentía
De querer vivir, el amor prohibido,
Con naturalidad, por ser distinto
Me marcaron, para sufrir toda la vida.
                                                                 AMA