Dos cuerpos unidos
bailando juntos,
las cabezas apoyadas
desganadamente,
no saben la canción que suena
porque no la oyen,
están en mitad de la pista
ella le pregunta ¿te vienes a casa?
él con el cigarrillo en la boca
le susurra,
no puedo, no me quedan balas,
la música termina pero ellos
continúan en la pista vacía.
Un hombre desde la barra
la mira con ojos de carnero
y se van al infierno.
Cuando sale , él agarra una botella
medio vacía y sus pies le
encaminan al malecón,
va a esperar a su sirena,
una prostituta se le acerca
con los senos al aire
¿quieres algo?
si, que la maldita mar me la devuelva
y se sentaron a contemplar
el reflejo de la Luna sobre el mar,
nunca esperes nada de nadie.
AMA
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