jueves, 16 de enero de 2020

POSGUERRA




En Madrid hay
un hombre llorando
con la cabeza cacha llorando.

Los piojos hacen excursiones
por su delgado cuello
lleva un amigo de cuatro patas.

Hay hombres con bigotes
y abrigos de dura felpa
tan dura como sus conciencias.

Lo miran con desprecio
como si ellos fueran superiores
juzgando una vida por ellos arruinada.

Pasan monjas vestidas de negro
que no le hacen ni puto caso
pero se hacen llamar cristianas.

En Madrid miles
han sido desterrados
por luchar por sus ideales.

Uno más de los maestros
salidos de los campos de concentración
para no enseñar a la gente a pensar.

Sufrieron, lucharon y los abandonaron.

                                                          AMA



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