Y la penumbra se
iluminó
Con centellas de
esperanza
Que el transido
caminante caminó
Soterrado por un gran
manto de belleza.
Un árbol se cayó y le
susurró
¿Otra vez quieres
sufrir de añoranza?
Miró al árbol
pensativamente y se le acercó
El amor, lo creo
nuestro Señor como una alabanza.
Caminando tropezó con
una tortuga
¿Dónde vas tan
rápido, si nadie te espera?
Si, las luces de la
felicidad están junto a la oruga.
Caminaba y a la oruga
nunca llegaba
Algunas personas,
pasan toda su vida en fuga
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