Arroyo
que susurras, dulcemente su nombre
En
noches veraniegas, donde el grillo canta
Dila
que la está esperando aún su hombre
Rodeado
de libélulas brillantes, su amor amamanta.
Luna
que alumbras el camino hacia este hombre
No
dejes que los baches de la vida la impidan
Volver
a volar como antes, sobre nubes de colores
Puede
que nuestros cuerpos no se rocen, pero si nuestras miradas.
Antes
de que te vuelvas a subir donde las estrellas
Sacia
la sed de este hambriento, que muere por ti
Por
tus caricias, por ser la más bella entre las bellas.
No
sufras amor por mí, tú sabes bien cuan feliz fui
Aunque
pase mucho tiempo, siempre encendidas las velas
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