El
joven rebelde
Que
redescubrió que aún,
Puede
ser amado con locura
Porque
volvió a ser herido por Cupido.
El
hombre de picara sonrisa
Cuando
acostado piensas en mí,
Y
tú lindo cuerpo, eleva su temperatura
El
hombre que sueña con un abrazo para mí.
El
señor maduro
Curtido
en mil batallas de la vida,
Decidido,
a volver a guerrear, cada día
Perdonando
los muchos desgarros de la memoria.
Volverás
a sentir latir
Tú
corazón nuevamente
Al
compás de tú vivir.
La
única persona aquí abajo
Que
derramará una lágrima verdadera
Salida
del alma, cuando llegue mí triste partida.
El
hijo, el padre, el marido
Que
mientras vivas, me tendrás guardado,
En
un cachito de tú corazón, donde se atesoran
Las
más maravillosas perlas, de nuestra triste vida.
Sonríe
al Sol
Es
el protector