La
quieren
Internar,
solo por amar
Jugar
con todos los niños de la calle.
La
reciben
Con
disparos de miradas
Ella,
que se olvidó de vivir por ellos.
La
odian
Por
mujer independiente
Y
no plegarse al ambiente de falsedad.
Su
amor a Dios
Es
el escudo que la ampara
De
tanta ignominia y maldad de todos.
No
la quieren,
Por
ser sumamente diferente
Y
recordarles, que la decencia existe.
Su
gran dolor
Es
la traición de su propia carne
¡¡Con
lo que sufrió para poder de criarle¡¡
Bendita
locura
Que
llora ante una injusticia
Y
feliz, me ha devuelto, ella sola a la vida.
¿Hay
manicomios para encerrar el amor?