Perdimos la batalla
Aunque luchemos con
saña
La indiferencia nos ha
ganado la guerra
Y es que no supimos,
amar para ganar
Que penar más amargo
Ya saberse derrotado
Una lágrima recorre
mi mejilla en este instante
De pensar que teníamos
el Edén a nuestros pies
Qué triste creer ser
amado
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