martes, 12 de julio de 2016

Tal como lo siento

Siempre, a última hora
Me has salvado
Cuando más desesperado estaba
Nunca me has dejado.

Desde, la primera vez que te
Vi, en la catedral
No sé cómo y porqué, pero supe
Me ayudarías hasta el final.

No te sentó mal que te llamara
Hermano, mirándote
Hasta intuí que me decías con la mirada
¡¡Llévame de esta cárcel¡¡

Se te notaba a disgusto, en la capilla
De oro en que te encerraron,
Totalmente en discordancia de lo que
Tú, predicaste antaño.

Parecerá extraño, que un agnóstico
Te llame Hermano,
Pero Tú y yo sabemos que no
Porque somos, dos seres humanos.


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