miércoles, 1 de abril de 2015

CARTA NO RECIBIDA


Gracias, por estar siempre a mi lado

a las malas y a las buenas del pasado,

por comprenderme sin explicaciones.


Gracias, por enseñarme lo que es amar

y pedir nada, con tu mirada a desarmar,

las barreras que mi sociedad me impone.


Gracias, por no quemar mis viejas naves

ni en los peores momentos, de entonces,

aun dejándome la puerta siempre abierta.


Gracias, por tratarme como a uno más

sin importarte religión, ni mi sociedad,

aves que muy después, nos separarían.


Gracias, por comprender mi cobardía

y aguantar todas mis tristes mentiras,

por meterme en un pozo de agua fría.


Gracias, porque pase lo que pase, ya

estarás toda mi vida, cosida a mi alma,

aunque tan solo lo sabremos tú y yo.

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