La derrota, ha sido
anunciada, silenciosa
como el reptar, de
serpiente venenosa,
como el mendigo, que
no es persona,
como el misterio silencio de la casona.
El sentimiento de
estar todas horas vacio
es sentirse, atraído
por cobarde suicidio,
es sentirse,
rechazado en todo momento
es sentirse, roto
aquí abajo y por dentro.
Vivo una maldición
del maldito destino
casi siempre metido a
mis tristes cuitas,
desde que perdí en
esta vida, mi camino.
Nunca acudirás ya a
mis rogadas citas
La vida te hizo
separarte de mi cariño,
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