Con su puño cerrado
le asesta un duro golpe,
ella ya ni se ha apartado
está acostumbrada, es su hombre.
Dos lágrimas se le caen
rostro abajo, al verlo abusar,
de un niño, que ellos conocen
no puede denunciar, seria la mala por acusar.
En el barrio lo llaman “picha brava”
porque todos saben que acecha,
como un desgarbado buitre
para estar con cualquier mujer.
Una noche, de una casa salió
el ruido de un disparo liberador,
ella al oírlo, se persignó,rezó,
por primera vez sonrió y se acostó.
Por fin, la paz había llegado
recogió los pocos enseres que tenia,
porque además, nada había heredado
con sus hijos, sacó billete solo de ida
Denunciar siempre
Pase lo que pase
AMA
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