Yo, ya no sé nada de
tu vida
Ni tú, sabes de la mía
Que fácil decir por teléfono,
te amo
Mientras haces lo que
quieres, yo me ahogo
Te entregue mi cuerpo
y mi alma
Mientras tú reías a
mis espaldas
Yo te creí, como un
niño a su padre
Sin saber que su
padre era un “malaje”
Me engañaste con tus
promesas
Que ahora sé que eran
todas mentiras
Ahora he de recoger,
los cachitos de mi corazón
Destrozado por creer
en el ser humano
No hay comentarios:
Publicar un comentario