Siete candados
enormes, tras mí
Arrastrando su fundamentalmente
Ruido
Sin pensar con su debo
hacer
Despotrican con
conciencia, sin dormir
Tragando lujurias
para que decías
“un cobarde que quiso
atrapar la mano!
Para qué” no sabes
que para ti eso esta prohibida
Y la serpiente mal humorada
Otra vez por mi boca
y mi ano
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