En el lecho de muerte
Me dijiste
“pobret meu, cuand
vas a sufrir”
Qué verdad más grande
La verdad de la
muerte
Que dicen,
También me dijiste
“no te fíes de nadie,
que tú eres un inocente”
Me conocías mejor que
mi propia madre
La psiquiatra dice
que después
De cinco años
Que ya va siendo hora
que te entierre
¿Pero cómo puedo
enterrar?
Mi propia vida
¿Pero cómo puedo
enterrar?
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