domingo, 20 de noviembre de 2016

Quiero soledad, No quiero felicidad

Tendría nueve o diez años
Para pasar desapercibido
Y que nadie me maltratase
Iba a la terraza a esconderme.

En la fábrica, hay quien no se enteró
Que yo estuve, diez años trabajando
Allí, mi afán era pasar desapercibido
Esquivaba la gente, la vida, los sueños.

La soledad era mi más preciado deseo
No porque me gustara, era una defensa
Porque dentro de la oscuridad de ella
Me sentía libre, en mi mundo, era yo.

La felicidad en mí vida, solo son momentos
Que por mi idiotez, nunca supe aprovechar
Porque además, nunca tuve la oportunidad
De experimentarla, con longeva asiduidad.

A lo largo de mi vida, a los momentos felices
Siempre le han seguido, recuerdos horribles
Quizás, debido a eso, algunas tristes noches
Que le ruego y le demando a Dios la muerte.