domingo, 23 de febrero de 2014

DIEZ


Eran, las diez de la noche

Yo entre en su casa, pleno de miedos

Ante el no saber, pero pronto me tranquilice


Yo tenía, veinticinco años inexpertos

Venia, de la Andalucía profunda

Se me habría, un montón de mundos


Nos sentamos en una mesa camilla

Y yo estaba con la cabeza baja

Me cogió suavemente de la barbilla

Dijo ¿Por qué no levantas la cabeza?

Tengo vergüenza, es la primera vez

Me acercó su boca y me dió un beso pasional

Desde ese beso supe con quien pasaría

El resto de mi vida





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