Eran, las diez de la
noche
Yo entre en su casa,
pleno de miedos
Ante el no saber,
pero pronto me tranquilice
Yo tenía, veinticinco
años inexpertos
Venia, de la Andalucía
profunda
Se me habría, un montón
de mundos
Nos sentamos en una
mesa camilla
Y yo estaba con la
cabeza baja
Me cogió suavemente
de la barbilla
Dijo ¿Por qué no levantas
la cabeza?
Tengo vergüenza, es
la primera vez
Me acercó su boca y
me dió un beso pasional
Desde ese beso supe
con quien pasaría
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