Escribo desde el
corazón
A un Dios rencoroso
Que se llevo mi vida
Dejándome esta mortal
herida
Después de construir
un universo
Lo destruiste todo en
un momento
Veinticinco años, que
se dice pronto
Donde caben momentos
sublimes y amargos
Daría mi vida, solo
por cogerte de la mano
No hay comentarios:
Publicar un comentario