A veces la vida, es
desconcertante
Lo digo, porque no
sabes a qué atenerte
Yo no miro a los ojos
a una persona
Porque sé, con una mirada,
todas sus desgracias
Estaba esperando en
el semáforo
Cuando cruzo un autobús,
un segundo
La mire y ella me
miró
Yo vi en sus ojos, su
matrimonio
Lo infeliz que era,
el complejo demonio
De vida que llevaba y
ella se percato
Que le estaba leyendo
el alma
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