El muchacho, estaba
sentado solo
La cafetería Paris
estaba plena
Sus grandes ojos solo
miraban
A cualquier potenciar
cliente
Pero siempre, que
fuera de occidente
Era su manera de
salir adelante
Él prefería a hombres
mayores
Era más fácil impresionarles
Lo habían aleccionado
los profesionales
No le gustaba la vida
que llevaba
Pero el hambre,
derribó su muralla
Las calles de Tetuán
eran su casa
Hasta que un día sucedió
Algo que tenía que haber
prevenido
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