domingo, 4 de mayo de 2014

Evaristo


Con solo nueve años, fue a llevarle

Un poco de caldo caliente, a su madre

Los clientes de su madre, se reían

De verlo más pequeño de lo normal

Cuando un cliente llegaba a su casa

Su madre lo mandaba, al piso de arriba

Él se sentaba acurrucado en un rincón

Con las manos tapándose los oídos tras el sillón

Muchas noches su madre se iba a “trabajar”

Sin dejarle nada de comer, a acostarse sin rechistar

Evaristo se hizo hombre y dejo de pensar

En su familia, porque nieto de puta, hijo de puta

Y cuando unos gitanos, mataron a su madre

Lo recogió su tío maricón, para sus dineros quitarle

El pobre Evaristo, pasó por esta vida

Sin saber ni tener jamás una sonrisa

No hay comentarios:

Publicar un comentario