Dos años de búsqueda
de Ítaca
Veinticuatro meses de
ausencias
Setecientos treinta
días de vigilia
Diecisiete mil
quinientas veinte horas
Un millón cincuenta y
un mil doscientos minutos
Sesenta y tres
millones setenta y dos mil segundos
Dos años, que esta
tierra dejó ya de girar
Esperando tú soplo
para poder continuar
Veinticuatro meses
mintiéndome a mí mismo
Sabiendo, que no
llegarías a tu compromiso
Setecientos treinta
días de lágrimas derramadas
Por eso ahora ya no
puedo llorar ni a escondidas
Diecisiete mil
quinientas veinte horas varado
En la vida,
intentando sobrevivir a tu engaño
Un millón cincuenta y
un mil doscientos minutos
Que nuestros deseados
cuerpos no están juntos
Sesenta y tres
millones setenta y dos mil segundos
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