Solo, en los gritos
de tu silencio
Comprendo cuanto me
amaste
Sin que tú supieras
mi aprecio
Por la calle caminan
los amantes
Con caras de marchar
a el suplicio
Atrás quedó, agarrarse
sin guantes
La rutina mató el
volcán que acaricio
Deseando poder acabar
cuanto antes
Porque ya solo
parece, un armisticio
Las miradas dejaron
de ser radiantes
Las conversaciones,
sobre el pontificio
Y mis pensamientos
son deprimentes
Cuantos matrimonios
están aquí reflejados
Por el qué dirán, y
no tener valor suficiente
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