A MIS
A mis cincuenta y
seis cuentas
De este mi rosario
impresas
Con gotas de soñadas
esperanzas
Quiero decir que he
vivido
Muchas alegrías y
tristezas y algún olvido
Pero la vida no me ha
sorprendido
Porque ya nada me
asombra
Al igual que una
anaconda
Repto por tu cuerpo
de enamorada
Hasta llegar a tus
carnosos labios
Para juntarse lascivamente
con los míos
Y en el firmamento
somos envidiados
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