sábado, 11 de enero de 2014

las cobardías de la vida


Nada más entrar en su casa Mohamed supo que algo pasaba, se oían murmullos en la parte de arriba de la casa así que comenzó a subir las escaleras, al llegar arriba vio a sus hermanos y hermanas y a toda la familia, se le acerco su hermano mayor “esta tarde se ha puesto peor” “hemos llamado al médico” “hace unos minutos que se ha ido” “ y que a dicho” dijo Mohamed  “que está muy mal” “ que lo mismo puede durar un día, dos , tres que una semana que un mes, pero que él cree que no durara tanto” Mohamed se sentó en un rincón de la tarba y comenzó a pensar en su madre en tantos recuerdos que tenia de ella, cuando pasaba hambre para que él estudiara, en todos los sacrificios que ella había hecho por sus hijos, en tantas noches sin dormir pensando en cada uno de ellos.

La puerta de la habitación de su madre se abrió y salió su hija Fátima que se le acerco y le dijo “la abuela quiere que pases” se levanto y entraron en el dormitorio de su madre “hija déjanos solos “le dijo su abuela.

“que pasa madre”

“siéntate aquí en la cama hijo”

“aquí te molesto, madre”

“tú nunca me molestas”

Diciendo esto su madre le cogió la mano y la beso, a Mohamed se le escapo una lagrima, “no llores hijo” “allah me llama  y tengo que marcharme pero antes quiero pedirte un favor” “un favor, madre”

“si hijo un favor muy importante para mi”

“madre, pídeme lo que quieras”

“veras hijo, hace ya un mes que regresaste de Holanda igual que todos estos años que has estado viniendo aquí a pasar tus vacaciones”

“dime hijo porque desde hace tantos años no hemos vuelto a ver la luz de la alegría en tu rostro”

“tu, que tenias en tu cara siempre una sonrisa para todos”

“tu, que te reías por cualquier cosa”

“cuéntame hijo” “no quiero marcharme con esta pena tan grande en mi corazón”

“este es el favor que esta anciana te quiere pedir”

“madre, para que quieres remover el pasado”

“para poder descansar por la eternidad” le dijo ella, “no sé si podre contártelo todo “

“quiero que  no me ocultes nada, que descanse tu pesar en mi”

Mohamed volvió a coger la mano de su madre, la beso y comenzó su relato.

Veras madre, cuando sales de aquí y ves otro mundo otras costumbres diferentes, no son ni mejores ni peores, simplemente son diferentes, conoces a otras personas de otros ambientes. Yo no quise solo juntarme en España con marroquís también quise conocer a los españoles y vivir como ellos sin renunciar a nada de lo nuestro, tu sabes que aunque mis hermanos vivían en Madrid yo me fui a vivir a otra ciudad y nunca supisteis porque lo hice, yo me encargue de que nunca lo supierais, madre , me fui porque conocí a una persona maravillosa, la persona más buena del mundo, después de ti claro, y le beso la mano a su madre “que bueno eres, hijo mío” “continua” esa persona me hizo el hombre más feliz del mundo, me enseño lo que es el amor con mayúsculas, nunca le importo que yo fuera de otra religión de otra raza ó de otro país solo le importo lo que su corazón sentía por mí. Vivimos dos años maravillosos de amor mutuo, disfrutamos cada segundo de nuestra unión y eso que yo tenía que estar mintiendo a mis hermanos pero no nos importaba con tal de poder seguir juntos.

Es curioso a lo que se acostumbra el ser humano esa fue una doble vida que lleve , por una parte de enorme felicidad pero cuando pensaba en mi familia era una tristeza enorme por no poder contar lo que estaba viviendo yo porque además de no poder contarlo no me iban a comprender.

Pero la situación se hizo insoportable porque el mentir de cada día se me hizo cada vez más duro y llegó el momento de decidir entre una vida de felicidad pero sin mi familia ó una vida con mi familia pero sin amor y después de mucho pensar y de noches enteras sin dormir me decidí por vivir arreglo todo el mundo creía que era una vida normal para un musulmán aunque esa normalidad supusiera limitarte a sobrevivir simplemente, pero lo que más me dolió es que con mi decisión destroce a esa persona que me había enseñado tanto, que me entrego su corazón sin pedirme nada a cambio.

“pero hijo  porque renunciaste a esa persona tan buena” “madre, era cristiana” y su madre acacho la cabeza con tristeza, “ves madre porque tuve que renunciar a ella” “pero porque no se convirtió al islam” “es así de fácil” “no madre, no es tan fácil” “era una persona de fuertes convicciones, luchadora por la libertad de las personas, ella creía que las personas estaban por encima de religiones , razas, sociedades y también pensaba que el hombre y la mujer tenían que ser iguales en derechos y obligaciones y eso en esta sociedad nuestra tal y como  derivó lo que creíamos una primavera de apertura vino a complicarlo todo aun mas.

Así que para poder dejarla me comporte como un cobarde y me fui sin decirle nada a Holanda para poder poner tierra por medio y soportarlo algo mejor.

Al llegar a Holanda mis hermanos ya me tenían preparada una boda con una chica que yo no conocía pero de la que ya me habían hablado.

Yo creí que lo peor serian los primeros meses hasta que poco a poco se me fuera apagando este desazón en el corazón  pero me equivoque una vez más, los primeros años fueron terribles para mí pero como no paraba ni para pensar en nada, los años fueron pasando pero yo no conseguía olvidar a Lucia, al revés, cada vez su rostro estaba más presente en mi, su presencia era constante a mi alrededor, me acostaba pensando en ella y me levantaba también pensando en ella, “ te juro madre, que intente olvidar” “ pero no lo conseguí”.

Mi matrimonio no podía durar mucho mas y como sabes mi mujer me pidió el divorcio cosa que yo se lo di encantado porque aunque era una buena chica yo no la amaba, se que nunca comprendisteis mi decisión de divorciarme, pues ahora ya lo sabes el porqué fue”.

Después de dejar todas las cosas arregladas en Holanda me fui otra vez a España, volví con la esperanza de volver a ver su bello rostro, de estrecharla entre mis brazos, de pedirle mil perdones, solo de pensar que iba a volver a verla me cambio la vida otra vez, me llenaba de alegría pensar en cómo su rostro cambiaria al verme.

Pero al llegar a la casa donde vivía y no encontrarla el corazón me dio un vuelco, porque la ilusión me había hecho no darme cuenta de que habían pasado ya muchos años, comencé a pensar en que en la forma en que la deje seguro que rehízo su vida y quizás hasta tenia marido e hijos, pero no me rendí e hice un último intento y me fui a su pueblo natal donde yo sabía que vivía la única hermana que tenia.

Cuando llegue al pueblo me dirigí a su casa que yo recordaba y me abrió una mujer muy mayor

“hola”

“hola soy Mohamed”

“lo sé, aunque han pasado muchos años tu cara no se me olvida”

“pasa” nos abrazamos y me dijo “bueno que es de tu vida” pues ya ves le dije “sobreviviendo, que diría tu hermana” “por cierto en valencia ya no vive la he buscado por toda la ciudad y no la he encontrado”

“no sabes nada”

“que tengo que saber”

“Lucia nos dejo”

“como”

Que se suicido”

“varios años después de que la dejaras la encontramos, bueno, la encontró la policía sola en la cama agarrada a un frasco de pastillas en una mano y tu fotografía en la otra”

La luz se me apago, entre lagrimas abandone aquella casa, la vida ya no tenía sentido para mi, Allah me estaba castigando por tanto daño que le hice.

Regrese a Madrid a casa de mi hermano y después de intentar vivir allí no tuve más remedio que regresar a Holanda porque en Madrid todo me recordaba a Lucia desde entonces como sabes vivo allí,

“hijo eso no es vivir”

“eso es dejar pasar los días para que llegue tu final cuanto antes”

“cuanto mal te hemos hecho entre todos”

“no madre, es la sociedad, fueron las circunstancias”

“no intentes quitarnos las culpas, pero tu tampoco lo hiciste bien porque tenias que haberme  dicho algo de lo que te estaba pasando, a veces los grandes problemas tienen fáciles soluciones, aunque no lo creamos”

“me comporte como un cobarde, con ella y con vosotros por no tener valor para decíroslo”

“lo único que importa es que has perdido unos años de tu felicidad, y ahora cariño déjame que estoy cansada, dile a Fátima que venga”

Mohamed beso la frente de su madre y salió de la habitación, su hermano pequeño viendo que salía del cuarto de su madre con los ojos llorosos se le acerco y echándole el brazo por encima de su hombro le dijo “donde quieres que vayamos”

“vamos a la plaza, desde allí se ve el mar”

“porque te gusta tanto el mar”

“porque mirando la inmensidad del mar puedes tener tus recuerdos en la mano sin que te distraiga nada”

“yo creo que no hay que recordar tanto, hay que mirar siempre hacia adelante”

“para eso tienes que tener un pasado vacio” dijo Mohamed y añadió “mi pasado está totalmente repleto” y se alejaron calle arriba hacia la plaza.

Hacía dos días que mantuvo la conversación con su madre y Mohamed no sabía que pensar porque veía a su madre mucho mejor, el médico vino y le dijo que parecía increíble pero tenía mucho mejor aspecto y ganas de vivir, entro en la casa y se fue directo a la cocina y cuál no sería su sorpresa cuando vio a su madre comiendo con las demás mujeres “pero, madre, y eso que haces aquí en la cocina”

“ya ves hijo, lo que hace saber ciertas cosas” y le guiño el ojo, Mohamed soltó una sonrisa de las que hacía años reprimía en su interior y a su madre se le cayeron dos lagrimas al ver otra vez a su hijo sonreír, los demás se miraban sin comprender nada “por cierto “dijo su hija “mañana viene la tía de Holanda, tienes que venir conmigo a por ella”

“hija yo no tengo ganas no estoy para eso, que vaya cualquiera de tus tíos”

“hijo ves tú, haz el favor, quiero que vayas tu, me lo prometes”

“vale madre te lo prometo, pero no veo el interés en que vaya yo”

“hijo como se nota que ya eres mayor, de joven nunca hubieras protestado tanto”

“vale, vale, iré”

Después de comer padre é hija cogieron el coche y se encaminaron hacia el aeropuerto, Mohamed se sentó en el pasillo de llegada de viajeros y su hija se sentó junto a él.

A los pocos minutos llego el avión de Madrid y los viajeros empezaron a pasar junto a ellos

¿No viene tu tía? No se papa, diciendo esto vieron como la silueta de una mujer se les acercaba, conforme se aproximaba, a Mohamed comenzaron a temblarle las piernas, hasta que la joven llego a la altura de ellos y él comenzó a soltar una lagrima ¿Qué sucede papa? Le dijo su hija Fátima.

Pero,,pero ¡!!lucia!!! Eres tú?, la joven tenía toda la cara de su amada, Mohamed no pudo más y se desmayo con el rostro lleno de lagrimas, entre las dos lo cogieron y lo sentaron, cuando se repuso y abrió los ojos se quedo mirando mucho tiempo ese rostro amado ¿tu eres la hija de Lucia? Si dijo ella y también me llamo Lucia como mi madre, me lo puso para que mi padre siempre me recordaras y gran silencio se hizo ¡!!Eres mi hija!!! Y la estrecho fuertemente entre sus brazos ¿pero porque no me dijo que estaba embarazada? Porque no quería que te vieras obligado a nada, se volvieron a abrazar, mira Lucia esta es tu hermana Fátima cuanta falta me ha hecho tener una hermana, pues ya la tienes aquí dijo Lucia, se abrazaron y llorando Mohamed contemplo la escena lleno de amor hacia sus hijas.

Cuando llegaron a Alhucemas pararon el coche en la puerta de la casa de su madre y cuando entraron toda la familia les estaba esperando, su madre se adelanto y abrazo cariñosamente a Lucia “bienvenida mi nieta” entonces Mohamed se quedo asombrado  pero ¿madre como sabes que es tu nieta? Si tu no fueras tan reservado lo habría sabido mucho antes, pero madre como lo has podido hacer si tú no sabes ni escribir, y mirando a su hijo pequeño Abdul le dijo, otros hijos míos no me ocultan nada, Mohamed se abrazo llorando a su madre y sus hijas pero esta vez de felicidad “ves hijo como los grandes problemas a veces tienen fáciles soluciones” y Mohamed hecho una gran sonrisa como hacia muchísimos años no se la habían visto sus familiares










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