Harto de mi forma de ser
De no importarle a nadie
Voy a meter mis recuerdos en un
neceser
Harto de llegar tarde a la vida
De no haber tenido juventud
alguna
Y no tener nunca fortuna
Harto de soportar esta loca
sociedad
Donde la moral es un estorbo
para ganar
Y está bien visto la rapiña y la
suciedad
Harto de tus silencios y mis
quebrantos
Porque el silencio es el final
de la nada
Y hay que replegar velas y
silenciar los llantos
Harto de que la montaña nunca
venga a mí
Pero tampoco puedo alcanzarla,
ni en sueños
Porque me lo impiden tus labios
trigueños
Harto de que la vida no me dé
oportunidad
De derrochar este amor que llevo
dentro
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