Viniste a mí
yo protegí mi corazón
la luz quedó en ti,
Solo quedó un
rescoldo
que prendió y derribo
mi muralla
por dónde has
penetrado,
Tenia miedo a sufrir
tu no presencia
cuando te fueras
dejándome herido de
ti,
La vida me dio muchos
palos
por eso construí mi
muralla de egoísmo
que tú, derribaste a
besos,
Poco a poco me
enseñaste
a no tener miedos, a
confiar en ti
y mirarte siempre de
frente,
Conseguiste lo que
nadie consiguió
incrustarte dentro de
mi herido corazón
y restañar las llagas
del todo,
Hoy, no sabría vivir
sin despertarme junto
a ti
sin tu beso de buenas
noches,
No hay comentarios:
Publicar un comentario