Déjame amarte
Como roca frente al
agua
Dura siempre, débil a
la larga
Déjame tenerte
Entre mis brazos y
estrecharte
Como la hiedra se
aferra al roble
Déjame quererte
Mis pensamientos
serán tuyos
Como la noche a los
buenos amantes
Déjame olerte
A jazmín, a aceite de
argán
A esas especias que
huele toda tu ciudad
Déjame besarte
En el viejo y negro
portal
Quince años solo se
tienen una vez
Déjame llamarte
Desde nuestro campo
de amapolas
Para que los ecos me
devuelvan tu nombre
Déjame soñarte
Con la inocencia de
un niño
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