miércoles, 17 de diciembre de 2014

VERDAD DEFORMADA


No abras la ventana

Puede ser, un día maravilloso

Vuelve otra vez a la cama


Aun me quedan partes de mi cuerpo

Esperando el sabroso sabor de tu boca

Mientras, yo escalo el monte del amor


Carne de nuestra carne ardiente

Arderemos en una foguera de deseos

Donde no dejaremos a nadie reconocerte


Nadie tiene derecho a juzgarnos

Porque el amor no se juzga, se disfruta

Como esos, tus voluptuosos senos


Y el maldito enfermero empeñado

En que me alce y deje de soñar

Aunque en la sala, nadie esperando


Como borregos ante su pastor, vamos

En fila, tomando las pastillas “atontederas”

Para no darles problemas a los enfermeros


¡! Malditas pastillas!! Que confunden mis sueños

Y los llenan de monstruos deformes

Mientras, yo lucho contra sus dueños




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