Si la vida me diera
mi última
oportunidad,
te prometo no volver
con una lágrima
en toda la eternidad.
En tus ojos asoma la
sinceridad
que nunca me dieron,
tus labios me
salpican de realidad
y me abdujeron.
Nuestros cuerpos
fundidos en uno
ebrios de pasión,
después de tantos
años de ayuno
esperando esta
ocasión.
El capullo no es aun
la roja rosa
con su esplendor,
pero vislumbra
lujosa, que será una diosa
plena de resplandor.
El corazón me dice “corre,
no pierdas”
“tu último tren”
la enmarañada cabeza
susurra “recuerdas”
“sufrir otra vez”.
El corazón es libre,
como el verde campo
no tiene puertas,
porqué la cierro si
luego la desatrampo
con mis venas.
AMA
AMA
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