Dadme, un rayo de
ilusión, pero no confusión
y volveré a creer
otra vez, en el ser humano,
como antes, cuando
una palabra, era contrato
solo pido una razón,
a toda esta incomprensión.
La mentira es la
reina coronada de esta olimpiada
donde nadie va a
favor humano, todos en contra,
como cangrejos de
mar, que caminan hacia atrás
solo pensamos en
nosotros y en la tablet ansiada.
Y por eso, aunque tú
me hallaras mentido
me ha hecho daño,
pero lo he comprendido
como un alce herido,
es atrapado y asistido.
Tal vez también, la
culpa cruel fuese mía
por amarte y sin
medida, hasta la agonía,
sabiendo, que tarde ó
temprano, te perdía.
Dadme una sola señal
No hay comentarios:
Publicar un comentario