No me digas
Que las rosas secaron
en primavera,
Como que la sonrisa
no era sincera.
No me digas
Donde guardabas tus
pocas caricias,
Tus besos escasos,
plenos de delicias.
No me digas
Que no fuiste mi
almohada en la noche
Música de mis sentidos
cuando amanece.
No me digas
Que el viento se
llevó nuestros recuerdos,
A un lugar triste
donde no podamos verlos.
No me digas
Que la rutina se hizo
la señora de la casa,
Cuando cada noche una
estrella te bajaba.
No me digas
Que no te enseñé a jugar
con las nubes
Con mi cabeza en tus
piernas rebeldes.
No me digas
Que ahora quieres
alejarte fuera de mí
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