lunes, 5 de enero de 2015

PLATOS ROTOS





Quemo los últimos harapos

que me quedan dentro,

de mi corazón, son todos tuyos.

¡¡Quien lo diría¡¡ que saldrías de mi.

La brava mar me enseño sus dientes,

en el acantilado, me recogieron los ángeles,

al volante, miles de mariposas condujeron por mí.

Hay dos flamencos rosas, en la bañera sin tocarse

hay delfines llorando, por nuestra tragedia

hay loros comentando, nuestra desdicha sin mirarse.

Borro las últimas caricias en mi cuerpo,

no quiero que tú olor, despierte mi deseo,

limpio la habitación de tus besos, falsos

aireo las palabras, que no llegaste a pronunciar.

Deambulo por las calles, en busca de mi orgullo

pero solo hallo que prisas hacia la nada y malas caras,

regreso a casa a contar las arañas del techo,

noto que todas se ríen de mí a escondidas.

Hay dos almas, que jamás volverán a tocarse

hay dos caminos, que nunca se querrán cruzar

hay dos bocas, pintadas sobre la brava mar.






 



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