viernes, 16 de enero de 2015

RENACIENDO


Noche con luna llena te encontré

día radiante de presagios me hallé,

cuando me di cuenta, estaba bebiendo de tu copa

licor de carmús y de esperanza soñada.

Traté de que no me atraparan tus ojos

en una esquina del salón,

entre mujeres de culos gordos

y conciencias delgadas.

Me dijiste: llévame al mundo real,

donde una persona vale lo mismo

que otra, ni más ni menos,

“perdóname” pero ese mundo es el irreal.

Me cogiste de la mano

Y caminamos a través del muelle,

hablándonos solo con la mirada

siendo cómplices de un nuevo amanecer.

El corazón se negaba a creer

y la mente me hacia chantaje,

con los recuerdos buenos

pero de los malos, ni venenos.

Mis miedos se ahogaron todos

cuando acercaste tus hermosos labios

a mí decepcionado oído y me susurraste:

Cuando seamos viejos ¿recordaremos este instante?




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