Como un gorrión, que ya
no se atreve a volar
como borracho
llorando, sentado en la iglesia,
como obrero camino
del trabajo, para inmolar.
El mal miedo no te
dejó
abatir a tus
fantasmas,
la vida se te
enmadejó.
La confianza te arrebató
cual la mar
embarazada,
que los delfines soñaron.
El miedo agarrotó tu
voluntad, de volver a amar
creíste que yo era, otro
de las mentiras verdes,
no diste oportunidad,
a esta historia de comenzar.
Desde la ventana veo
la nieve caer,
las arañas su red
volver a rehacer,
el sol quemar, como
arde el querer,
y la ventisca de
nuevo otra vez raer.
Nuestros miedos a
veces nos condicionan la vida
justo cuando nos da
otra ocasión, todos afloran,
y no nos dejan
disfrutar de una vida, no nacida.
La voluntad no
siempre triunfa
aunque soledad
siempre azuza.
Como llegaste te
fuiste, con el rencor a la duda
como ave migratoria
ya te vas, sin claro rumbo,
No hay comentarios:
Publicar un comentario